La percepción,
sin comprobación ni fundamento, no es garantía suficiente de la
verdad. (Bertrand Russel, Filósofo inglés)
Desde
la primera aparición de un OVNI (1) en 1947 el problema de los contactos
extraterrestres se ha multiplicado en forma explosiva. Hoy en día nos es
casi imposible retraernos a la temática. Los medios de comunicación
parecen plagados de testimonios, declaraciones, avistamientos, abducciones
(2), advertencias o "pruebas definitivas" de contactos con
extraterrestres. Para el hombre de la calle, la gente común se presenta
una verdadera confusión.
Los
testimonios son millares. Las refutaciones de los escépticos siguen sin
refutarse por los defensores del fenómeno OVNI, pero, lamentablemente,
estos incrédulos se desacreditan por su escepticismo cáustico y
generalizado hasta negarlo todo. El católico se pregunta con frecuencia
por la postura que debería tomar ante un fenómeno que, por sus enseñanzas
y mensajes, niega su credo y a la misma razón.
Probabilidad y
primera consideración.
Un
recto razonamiento nos exige, antes de cualquier discusión, considerar una
premisa fundamental: se discute y analiza sobre lo probable y real. El
resto es especulación. Es decir, no tiene sentido discutir sobre algo que
no es. Es perder el tiempo. Otra cosa es charlar por horas sobre
"posibilidades", sobre cómo serían las cosas, si, por ejemplo, no
existiese la gravedad, no viésemos los colores o midiésemos veinte veces
nuestro tamaño, etc. Pero siempre serán suposiciones porque nadie negaría
las realidades.
Ocurre
lo mismo que con los famosos "círculos" en la hierba o plantaciones de
Inglaterra (Wiltshire) que luego se repitieron en otros países. La prensa
masiva y las publicaciones especializadas concurrieron en masa a cubrir
este prodigio de extraterrestres deformadores de cosechas de cereales. Se
lanzaron cientos de hipótesis. Cámaras de prensa y de aficionados grababan
24 horas continuas para captar el próximo suceso. Autoridades mundiales de
las nuevas ciencias se apresuraron a explicar las coincidencias de sus
teorías con el fenómeno. Peregrinaciones masivas de los discípulos de la
nueva era, curiosos y estudiosos se lanzaron a la búsqueda de los nuevos
prodigios. Se hablaba de "vórtices columnares" asociados a "energía
orgónica" productores de estos progresivamente complejos pictogramas.
Analistas comenzaron a desarrollar un "alfabeto" traductor de los
mensajes. Incluso las dobles "D" que aparecían en los misteriosos
fenómenos contenían una clara intención simbólica extraterrestre. Los
"cerealogistas" aparecían por todas partes pontificando devotamente sobre
estos fenómenos.
En
1991, Doug Bower y Dave Chorly, dos amigos de Southampton anunciaron que
llevaban 15 años haciendo este fraude en las cosechas. Explicaron
cuidadosamente cómo realizaban sus obras artísticas. ¡Y cómo firmaban con
la doble "D" por sus propias siglas" Si bien demostraron ante las cámaras
los métodos de producción y desplegaron su clásicos esquemas pictóricos,
esta verdadera revelación no tuvo cobertura por los medios que asistieron.
Pero el furor había comenzado. Curiosamente nadie se preguntaba por qué
hasta esa fecha nunca antes ocurrieron fenómenos similares y ahora
aparecían cada dos días. La psicosis iba en progreso hasta que, como otros
casos, se calmó y se sumergió en un vergonzoso silencio.
Para el
problema que nos ocupa en este trabajo, lanzamos la misma consideración:
discutiremos sobre una posibilidad, especularemos. No existiendo pruebas
concretas y reales sobre el fenómeno OVNI, sólo nos queda especular. ¿Para
qué refutar principios y fundamentos si no existe un hecho sobre el que
debatir?
Esto es
lo que diremos como primera consideración. Sobre la posibilidad de que
están extraterrestres, no tenemos mucho que decir. Las Sagradas Escrituras
no hablan explícitamente ni a favor ni en contra. La teología puede lanzar
planos de posibilidad y desde allí plantear respuestas. La ciencia no
afirma ni niega a posibilidad de otras formas de vida en el universo.
Luego, no afirmaremos ni negaremos la posibilidad de vida extraterrestres.
Esto sería trabajar sobre la base de una realidad probada. Otra cosa muy
distinta es discutir sobre los contactos con extraterrestres.
El
problema de los estudiosos y de los críticos
Junto
con el lucrativo negocio centrado en los "hombrecitos verdes", se nos
presenta otro problema anexo. Por una parte la legión de "ufólogos" y
"ufólatras" (3) aficionados mucho más entusiastas que críticos. Ellos
esparcen teorías e inundan los medios de comunicación, dictan charlas y
certifican diplomas en seminarios. Por otra los ya mencionados críticos,
que estudian con seriedad, emplean métodos científicos y procuran
desenmascarar a los charlatanes que lucran y encandilan a un público vacío
espiritual e ideológicamente y ansioso de creer.
Pero
uno y otros dan por supuesto que los Ovnis son en realidad naves
espaciales tripuladas o no por seres procedentes de otros planetas que las
construyeron con una ciencia y tecnología muy superiores a las del
hombre.
Lo
mismo han venido haciendo los grupos pseudo religiosos que desde un
principio intentan comunicarse telepática o astralmente con
extraterrestres y obtener así revelaciones sobre el futuro y garantizarse
un rescate "a tiempo" antes de la gran hecatombe.
Hollywood:
aporte para la construcción de un mito
Todo
mito popular se apoya en un puñado de sucesos y el resto lo hacen de
estímulos que exciten la imaginación popular, que refuercen sus anhelos,
que expresen sus frustraciones, pasiones, sueños y vicios.
En el
caso de los extraterrestres, el ansia popular de concretar bajo formas
fantásticas el mito tuvo un refuerzo que le dio forma, sentido y misión:
Hollywood. La prolífica producción de filmes y de series de televisión
crea en la mente colectiva la sensación de "certeza por sobreafirmación"
de la existencia de los extraterrestres. A nadie se le dificulta pensar en
el tema pues tiene un inmenso caudal de conceptos, imágenes, recuerdos y
asociaciones mentales que hacen "cierta" e "incuestionable" (a escala
inconsciente como mínimo) la cuestión "extraterrestre"
Para
los católicos se presenta una cuestión adicional: la carga ideológica de
las producciones de cine. Por sus palabras y frutos también podemos
agregar un juicio adicional al problema.
Apuntemos
algunos ejemplos. Un clásico del cine, ‘El día que paralizaron la tierra’
(1951) fue la primera "imagen" que se da del mito. La humanidad conocía la
energía nuclear y corría el riesgo de destruirse. Klaatu, el
extraterrestre enviado por la Federación Galáctica de pueblos civilizados,
aterriza frente al Capitolio para lanzar un llamado de paz. Con la figura
de un mesías, conduce las cosas por la paz y la "redención" de los hombres
a escala meramente humana. Muere y resucita gracias a la tecnología
superior. Una vez "glorioso" regresa como un juez terrible. Anula todo el
suministro de energías del planeta como ultimátum de paz. Si no era
obedecido destruiría la tierra.
En
"Encuentros cercanos del Tercer Tipo" y en "E.T.", Spielberg agrega rasgos
ahora patentemente tomados de Cristo.
"E.T."
es un ser profundamente bueno y desvalido que cae a un mundo malo y
perverso como el nuestro. Sólo lo comprenden los niños, porque ni piensan
ni son malos. También muere y resucita, abriendo los brazos en cruz.
Muestra, en una escena simbólica, su "sagrado corazón" con la misma
postura que el Redentor lo hace con los hombres. El corazón de este bicho
es brillante e irradia luz. Luego "asciende" en cuerpo y alma a los
cielos, a "la casa de su padre" El afiche remeda La creación de Miguel
Ángel, sólo que el dedo de Dios es el de esta criatura medio serpiente,
medio humana.
En
"Encuentros cercanos" el "contactado" recibe un "llamado": cual profeta,
deja todas sus cosas y abandona a los suyos y se dirige a la montaña (en
el mejor estilo Monte Ararat) a recibir la "revelación" (como Moisés,
Elías, etc) Los políticos se oponen a que la gente escuche este mensaje,
tratando de conspirar para mantener este "secreto" a salvo. Pero desciende
del cielo la nave luminosa y "los puros de corazón", misteriosamente
convocados, son invitados a subir, mientras regresan otros "arrebatados"
con aspecto beatífico y en trance místico por la experiencia en al
nave.
"Cocoon",
finalmente, muestra que la inmortalidad y la eterna juventud (negación del
pecado original) son posibles por comunión con los extraterrestres. Pero
los ancianos rejuvenecidos por el milagro obrado por estos seres. Como no
se les comprende, a imagen del juicio final, son ascendidos en cuerpo y
alma a los cielos.
¿Platos
voladores?
Una de
las cosas que más llaman la atención de los "avistamientos" de "naves
extraterrestres" es la gran disparidad de descripciones en los
testimonios. Siendo la única argumentación que presentan los "ufólogos" y
"ufólatras", debemos atender a este punto con atención. Porque si
tuviésemos anexamente pruebas científicamente respetables, es decir,
comprobables por cualquier persona que posea los medios adecuados, la
discusión tomaría un tono distinto. Pero, ¿qué podemos decir si los
"platillistas" que nos quieren hacer creer en ovnis con la única "prueba"
de los testimonios, es decir, contando sólo con nuestra "buena fe" para no
cuestionar los mismos? Si alguien le dijese que vio al Ratoncito Pérez en
su alcoba, pero cuando usted ingresa no ve nada, y la persona le dice
"bueno, debes creer que existe porque yo lo vi aquí mismo", ¿pasaría a
creer por este testimonio? Puede no dudar de la cordura o de la honestidad
del testigo, pero no puede eliminar la posibilidad de alucinaciones,
imaginación, mala interpretación de un suceso perfectamente explicable,
etc. Nada de ello daña la confianza en el testigo, pero sí modifica la
base de realidad de lo que nos exige creer.
Si todo
se basa en anécdotas, el método científico dicta sentencia para
argumentar: todo depende de la prueba. Cuanto más deseosos estemos de
encontrar la verdad, más cuidadosos debemos ser con las pruebas. De nada
sirve la "palabra" de un "testigo", deben ser pruebas irrecusables.
Después de todo, cualquiera puede cometer errores, bromear, mentir,
intentar ganar dinero, atención o fama, malinterpretar o ver cosas donde
no están.
Todas
las pruebas son basadas en testimonios, en algo que afirma alguien. Unos
describen a las naves como de movimientos rápidos, otros como suspendidas
en el aire; con forma de disco, de cigarro, de bola o de triángulo o de
rabanito; de movimiento silencioso o ruidoso (con todas las variantes de
sonido posibles); con escape de gas llameante o sin escape; con luces
intermitentes estilo "árbol de navidad", o uniformemente plateadas,
doradas o completamente luminosas. La diversidad de observaciones echa por
tierra su validez, demostrando sólo que no tienen un origen común. Es el
uso del término "ovni" o "platillo volador" lo que confunde a las personas
y agrupa fenómenos no relacionados.
De
hecho, el mismo término "platillo volador" corresponde a un error de
citación. Fue en la entrevista del 7 de abril de 1950 que Edward R.
Murrow, el célebre locutor de la CBS hizo a Kenneth Arnold, el piloto
civil que vio algo peculiar cerca de Mount Rainier, Washington, que en
cierto modos de acuñó la frase. El piloto describe lo que cree eran nueve
objetos en el aire, "uno de los cuales producía un extraordinario
relámpago azul" Describiendo como volaban, dijo que era "como si uno
cogiera un platillo y lo lanzara a través del agua" Los periódicos citaron
esto incorrectamente. Dijeron que eran como platillos voladores, yo dije
que volaban como platillos" comenta Arnold en esta entrevista. El tiempo,
la prensa y la imaginación popular construyeron una idea muy diferente; un
inmenso frisbee con gran capacidad de maniobra.
La
mayoría de la gente cuenta lo que ha visto con sinceridad. Pero lo que ven
son fenómenos naturales, si bien poco habituales. Algunos avistamientos de
ovnis resultan ser aeronaves poco convencionales con sistemas de
iluminación poco usuales, globos de gran altitud, insectos luminescentes,
planetas vistos bajo condiciones atmosféricas inusuales, espejismos
ópticos y nubes lenticulares, rayos en bola, parhelios, meteoros,
incluyendo bólidos verdes, y satélites, morros de cohetes y motores de
propulsión de cohetes entrando en la atmósfera de modo espectacular. De
hecho, hay tantos satélites por los cielos que siempre se producen
llamativas exhibiciones en alguna parte del mundo. Todos los días se
desintegran dos o tres en la atmósfera de la Tierra y a menudo los restos
llameantes son perceptibles para el ojo humano.
La
forma de los globos-sonda de gran altitud puede parecerse a la de un
platillo cuando se ve desde el suelo. Si no se calcula bien la distancia
en que se encuentran, es fácil imaginar que llevan una velocidad
absurdamente grande. En ocasiones, propulsados por una ráfaga de viento,
hacen un cambio de dirección abrupto, poco característico de un avión y en
aparente desafío de la ley de inercia, si uno no atina a ver que son
huecos y no pesan casi nada.
En
concebible, además, que sean pequeños cometas que se desintegran en el
aire. Informes de radar se debieron a la "propagación anómala": ondas de
radio que viajan por trayectorias curvadas debido a inversiones de la
temperatura atmosférica.
Pruebas y
fraudes
Captadas estas
maravillas en el cielo y ausente un conocimiento de las posibilidades
reales, sumado a un bajo o nulo sentido crítico la asociación al mito
"ovni" es irresistible. Nos hace especiales, dignos de atención. Esto sin
contar con los trucos de pícaros y charlatanes.
Muchas
fotografías de ovnis resultan ser de fenómenos como los anteriormente
descritos, o fraudes. Pequeños modelos colgados con un hilo fino y
fotografiados a doble exposición. Resulta sospechoso que todas las
fotografías sean borrosas e incontrastables.
Las
pretendidas autopsias y capturas de cuerpos de estos hombrecitos han sido,
una a una, desenmascaradas con burdos fraudes. Filmaciones cuidadosamente
inexpertas que no captan elementos fundamentales de juicio. Manipulación
de órganos y cortes en tejidos de los extraterrestres sospechosamente
seguras o inexplicablemente imprudentes. La reducción de las "pruebas" al
único testimonio de un "testigo" o de una "fuente no identificable",
amparadas por la paranoia conspiranoica que involucra a todo Estado y
poder en la tierra como culpables de silenciar, es otra característica
común a los casos publicados. Nadie se pregunta por qué si los ejércitos
han secuestrado naves no han adoptado estas tecnologías para producir
naves igualmente rápidas y manipulables.
¿Son
posibles los viajes extraterrestres?
Bajo el
lema que los cerealogistas certificaron como de origen auténticamente
extraterrestre "WEARENOTALONE" ("no estamos solos") (4), el mundo se ha
concentrado en los debates sobre si se cree o no en el fenómeno Ovni.
¡Como si se tratara de un asunto de fe y no de pruebas!
Quizá
por carecer de formación de pensamiento metodológico o científico, los
grandes polemistas del fenómeno discuten sobre el problema sin preguntarse
por las preguntas fundamentales y más básicas, como por ejemplo: ¿son
posibles los viajes extraterrestres? Si no fuesen posibles, entonces
muchas horas, disgustos y agresiones se habrían evitado.
Comencemos,
entonces, desde el principio. No son posibles los viajes
extraterrestres.
La
cuestión es impresionantemente simple y definitiva. Sabemos que la luz
viaja a aproximadamente 300.000 kilómetros por segundos. Y que la materia,
al igualar la velocidad de la luz se convierte en energía. Luego, deberían
viajar a una velocidad cercana a la de la luz. Suponiendo semejante
tecnología, el problema no se resuelve porque a esta velocidad
impresionante, la masa inercial sumada a la gravitatoria se condensa. La
gravedad interna aumenta a niveles monstruosos. Una vara de hierro o
platino perfecta y durísima comienza a contraerse y deformarse. El
fenómeno es semejante al de un agujero negro que tiene tal masa interna
que su fuerza de gravedad atrae todo a su alrededor, incluso a la
luz.
En
términos simples, los tripulantes y la nave se reducirían a niveles
impensables. Suponiendo que por algún absurdo no se deformase el
tripulante, una mano podría pesar 1.000.000 o 2.000.000 de kilos.
¡Deberíamos tener una fuerza titánica para moverla! Los organismos se
destruirían en milésimas de segundo. Las computadoras o cualquier
tecnología se destrozaría por la condensación, aceleración y aumento de
masa.
Según
los especialistas, las estrellas que mayor probabilidad tienen de tener
algún tipo de vida a su alrededor se encuentran a unos 2.000.000 de años
luz. Por lo tanto, los organismos, el material de la nave y el combustible
deberían estar preparados para durar, como mínimo 4.000.000 de años en
perfectas condiciones, si es que viajasen a la velocidad de la luz, lo que
es imposible. Si viniesen a advertirnos por una hecatombe nuclear o
ecológica, entonces... ¡debieron haberla visto hace 2.000.000 de años
atrás! Es tan ridículo como es absurdo suponer aparatos y tecnologías
capaces de espiar desde 18.921.600.000.000.000.000 kilómetros nuestras
vidas e interpretar nuestros códigos para percibir la maldad y los
peligros físicos y morales que nos asechan. Considerando el tiempo que les
tomaría llegar, digamos unos 3.000.000 o 4.000.000 de años, la misión de
prevención fracasaría
Supongamos
ahora, para hacerles más fácil la tarea a los extraterrestres, que son
nuestros vecinos de al lado. Es decir, viven en algún punto a cercano a la
potente estrella Alfa Centauro. Entonces, tan sólo tendrá que recorrer
unos 4 años luz. Para quien quiera hacer este recorrido, le cometamos que
deberá prepararse para un monótono viaje de ¡37.843.200.000.000
kilómetros!. Supongamos que posee una tecnología muy superior a la
terrestre actual y que puede cuadruplicar el impulso que alcanzan los
actuales cohetes que lanzamos al espacio, es decir, alcanza unos...
¡100.000 kilómetros por hora! Si bien no deberíamos incluir vida orgánica
por razones obvias de destrucción en estas condiciones, supondremos que
superamos el problema porque se trata de organismos sumamente resistentes.
Entonces los pacientes viajeros deberán llevar algo más que un juego de
naipes y una buena provisión de libros y videos: ¡solamente el viaje de
ida duraría 43.200 años!
Esto
sería posible suponiendo que la nave tenga milimétricamente señalado el
objetivo, con una precisión imposible aún para la nanotecnología (5),
porque una desviación de millonésimas de milímetro significarían miles o
millones de kilómetros al cumplir la trayectoria. Pero este tema lo
trataremos más extensamente a continuación. Sólo preguntémonos, antes de
concluir este punto, si tiene sentido que se tomen todas estas molestias,
asuman todo este riesgo, inviertan estos miles o millones de años en
viajar a este planeta para espiar como voyeuristas (6) nuestras
actividades, secuestrar a un par de terrícolas para violarlos, examinarnos
y regresar a casa.
Los
absurdos de los viajes espaciales, del cine y de la
ciencia-ficción.
Una
gran culpa en la divulgación de estupideces contrarias a la realidad, a la
razón y al sentido común pesa sobre las películas y series de televisión.
Otra parte se la lleva la literatura de fantaciencia. Las obras de
divulgación popular carentes de sentido crítico terminan por confirmar en
la mente popular supuestos que se asumen como ciertos por la constante
reiteración.
Uno de
los grandes problemas que enfrentan los "ufólogos", "ufólatras" y
creadores de series y obras de entretención es que los viajes espaciales y
sus consecuencias se encuentran regidos por... ¡las leyes
físicas!
Sean
tripulantes de naves espaciales de humanos o de extraterrestres, las
comunicaciones se encuentran sujetas a leyes precisas. Por ejemplo,
si se encontrasen en la órbita solar, una comunicación con la tierra
tardaría unos 8 segundos, nunca, jamás, sería instantánea. Por lo tanto,
imaginar comunicaciones con una "base" a 4 años luz o a 2.000.000 de años
y aún suponiendo que la altísima tecnología les permita comunicarse a la
velocidad de la luz, las transmisiones serían ridículamente lentas y poco
prácticas.
Los
viajes que vemos en las películas de ciencia ficción en que las naves
frenan, viran para atacar o defenderse en guerras intergalácticas, los
retrocesos y maniobras de pilotos expertos son imposibles. En el
espacio hay vacío, por lo tanto, no hay un roce que permita acelerar y
desacelerar o repeler para poder maniobrar de esta manera. Como ocurre en
una superficie lisa y bañada en aceite, una placa perfectamente plana y no
porosa se desplazaría kilómetros sin detenerse ni variar el rumbo. Lo
mismo ocurre con los objetos que se desplazan en el espacio. A lo sumo ven
modificadas sus trayectorias por los campos gravitatorios que van
encontrando en su camino. Por esto la nave debería tener una orientación
con una precisión de millonésimas de millonésimas de milímetro para llegar
al objetivo-Tierra.
Si el
espacio es vacío, además carece de oxígeno, por lo que las fabulosas
explosiones que vemos en películas son imposibles porque sin oxígeno no
existe combustión. Tampoco serían posibles propulsores con llamas,
como los que caracterizan a muchas naves extraterrestres que conocían el
proceso de combustión y venían preparadas para esto.
Son
tantos los absurdos que este espacio dentro del trabajo es demasiado
estrecho para mencionar sólo los más evidentes a la vista.
Cuestión
final
Como
decíamos al inicio, carece de sentido discutir sobre suposiciones. No
existen pruebas reales de contactos ni de visitas extraterrestres. Los
viajes espaciales son imposibles. En el plano material, único contrastable
científicamente, queda desechada cualquier posibilidad de contactos
extraterrestres.
Mientras los
"ufólogos" serios y de más renombre comienzan a acumular cada vez más
dudas sobre la procedencia extraterrestre de los ovnis, una vasta
industria se desarrolla en torno al tema y legiones de "profetas",
"profetillas", "videntes", "iluminados", "mensajeros", "ascendidos" y
"contactados" inundaban el planeta.
Desde
el punto de vista natural, queda aquí cerrado el problema, dejando espacio
para las suposiciones socioculturales que explican el fenómeno, lo cual
excede los presupuestos de este trabajo.
Dado el
carácter católico de nuestro medio, queda siempre abierto un juicio y una
consideración sobrenatural.
Seamos
claros. El árbol se conoce por sus frutos así como por sus enseñanzas se
reconoce al Maestro. ¿Qué hay de común en las enseñanzas y consecuencias
del contactismo (7)?
Por lo
general una enseñanza y estructura esotérico-hermética; una enseñanza
gnóstica y panteísta; un sincretismo religioso aberrante cuando no un
primitivismo religioso muy peligroso; la afirmación de que somos dioses o
que los extraterrestres son una suerte de dioses, ángeles o creadores de
este mundo; un dualismo que propugna un odio metafísico a lo material y
promueve un espiritualismo descarnado; una psicología inmadura y
constructivista, esto es, que es realidad lo que creemos que es real; un
relativismo destructor de todo principio; un escapismo que toma lo
imaginario como vía de escape y muchas otras comunes con la peligrosa
Nueva Era.
Si en
sus doctrinas conviven elementos místicos, ideas gnósticas, dualistas,
herejías varias, conceptos pseudocientíficos, mágicos, psicopatológicos,
entretejidos con religiosidad popular, esta aberrante mezcla de
monstruosidades aparecerá conducida por el mismo Cristo al timón de un
platillo volador en los países protestantes, o por la Virgen María, santos
o ángeles en los de tradición católica.
Por
ejemplo, los "ufólatras" del cerro Uritorco (Argentina) peregrinan a esta
"montaña" que creen hueca y por donde salen y entran ovnis todo el día
preparando las cosas para evacuar a los hombres cuando la tierra se haga
inevitable. Eso sí, sólo serán rescatados los no fumadores. En Estados
Unidos sólo los de raza blanca, en Rusia los comunistas o en España los
que hayan dado todos sus bienes al vidente.
Estudiado más de
cerca lo que enseñan los ufólatras o vistos los frutos que producen en sus
adeptos podemos juzgar con más claridad desde lo sobrenatural. Veamos cómo
niegan a Cristo, cómo sus seguidores creen cualquier cosa, inventan
términos extravagantes como "armas manamamásicas de alcance mayeutrónico"
capaces de destruir las ideas, reeditan viejos errores que condujeron a
las civilizaciones y pueblos que las siguieron a su destrucción,
etc.
Un
católico que se plantee el problema de los ovnis debe reflexionar en dos
cosas. Primero, en que el vacío cultural, ideológico, el alejamiento y
rechazo de la Fe y la verdad, producen un hambre tan grande de creer que
nacen miles de religiones personalizadas. Cualquier cosa es válida para
saciar el hambre menos el Pan de Vida y Cáliz de Salvación. Segundo, que
Satanás es un enemigo declarado del hombre y desea constantemente nuestra
destrucción. Los demonios son ángeles tan poderosos como el ejército de
San Miguel Arcángel. Ellos pueden actuar en nuestra imaginación, en
nuestra memoria e incluso afectar nuestros sentidos corporales. Lo único
que no pueden tocar es nuestra inteligencia, es decir, nuestra
interioridad que es secreto y jardín de Dios.
Sabiendo que un
ángel puede teñir el aire para aparentar un ser, puede reunir materia y
movilizarla para darle apariencia de vida, puede hacer trasladar objetos,
puede hacernos creer que vemos una cosa que no es, puede hacernos oír,
gustar u oler algo inexistente. Imaginemos cuánto pueden hacer los
demonios, que nos odian. Si el demonio quiere que le adoren como a Dios y
que Cristo sea olvidado, ¿es absurdo creer que estén detrás de todo
esto?
Dejamos
al lector católico concluir en esta esfera. Tomemos el ejemplo de los
santos que siempre se han mostrado cautos y recelosos de sucesos extraños
y extravagantes. El Señor nos pide ser astutos como la serpiente.
Aprendamos a discernir, a distinguir y a hacer uso de aquella facultad que
nos distingue de todo el reino animal y vegetal: pensar.
(1)
OVNI = Objeto Volador No Identificado. Adaptación al español de la sigla
militar norteamericana UFO.
(2)
Abducción: término creado por los llamados "ufólogos" (estudiosos del
fenómeno UFO) para designar los "secuestros" experimentados por algunas
personas por parte de extraterrestres. Por lo general, se caracterizan por
parálisis previa y posterior amnesia con episodios de memoria en que se
reiteran escabrosos relatos de relaciones sexuales no consentidas con los
extraterrestres, análisis médicos (muchas veces biopsias o extracción de
semen y óvulos) con extravagantes y aparatosos instrumentos y
sermones-profecías pacifistas, ecologistas o místico-gnósticas. De sus
relatos se desprende que los extraterrestres son bajos, tercos y obsesos
sexuales.
(3)
"Ufólatra", adorador de ovnis. Devoto de la espiritualidad que se genera
alrededor de los Ovnis
(4)
Se trata del famoso mensaje escrito por los mismos "Ovnis" en las
plantaciones inglesas, si bien los críticos (los mismos que corroboraron
en este mensaje de cereal las mismas técnicas utilizadas por los dos
amigos granjeros-artistas Doug Bower
y Dave Chorly) piensan que, de ser de origen extraterrestre, lo apropiado
hubiese sido "YOUARENOTALONE", es decir, "ustedes no están solos".
Afortunadamente los extraterrestres manejan un perfecto y británico
inglés, lo que nos permite comprenderlos a la
perfección.
(5)
Tecnología de dimensiones inferiores al milímetro
(6)
Perversión consistente en un placer morboso por observar, sin ser vistos,
las actividades más íntimas de las personas.
(7)
Otra forma de llamar al fenómeno social relacionado con Ovnis. Se trata de
grupos o personas fascinadas con la idea de entrar en contacto con
extraterrestres al estilo "Encuentros cercanos del tercer
tipo". |